jueves, 22 de mayo de 2014


El Tajín, "Ciudad o Lugar del Trueno" en lenguaje Totonaca, se localiza en la región del Totonacapan, en la zona norte del estado de Veracruz. Este relevante centro político y religioso de la región del Golfo, se fundó en el año IV d.C. y alcanzó su mayor auge entre los años 800 y 1200 d.C.

La  antigua  ciudad  prehispánica  del  Tajín  fue  edificada  en  una  superficie  aproximada de 144  hectáreas,  en  un  pequeño  valle  de  relieve  irregular  abierto  en  dirección  norte-­sur hacia  una  planicie  de  suaves  ondulaciones;  se  localiza  a  una  altura  de  140­200  msnm, pertenece  a  la  sierra  de  Papantla  y  se  ubica  en  las  estribaciones de la Sierra Madre Oriental.
El  sitio  cuenta  con  168  edificios,  distribuidos  en  complejos  arquitectónicos con características  particulares  que  los  distinguen  entre  sí.
Cuenta con templos, adoratorios,  juegos  de  pelota,  residencias  y  casas  habitación.
El Tajín
Algunos  de  los complejos  arquitectónicos  se construyeron  en  desniveles  ―aprovechando la topografía  del  terreno―  a  través  de terrazas  acondicionadas  para  tal  propósito o directos sobre el suelo natural. La dimensión de los espacios, así como el número y volumen de las construcciones contenidas muestran ciertas variaciones; algunos, por ejemplo,  están separados  por  muros  o barreras  arquitectónicas,  mientras  otros se fueron  creando  de acuerdo  a  las necesidades  de  crecimiento  y  a  la superficie disponible,  siempre  con tendencia a  la  verticalidad. La  idea  de  los constructores  es  clara:  no  dejar  los complejos aislados,  en  una  concatenación,  darle  una doble  función  a  las  construcciones  y la utilización  al máximo  de  los  espacio  disponibles. Ésta  es  una  particularidad  no sólo del Tajín sino de la región.

Los elementos arquitectónicos se van mezclando: plataformas, edificios hasta de  siete cuerpos  sobrepuestos,  taludes, hiladas  de  nichos,  nichos  individuales sostenidos y separados por pequeños fustes en forma de pequeñas columnas, algunos decorados con grecas orientadas oriente-­poniente, escalinatas limitadas por alfardas y remates con un nicho y cornisa.

Sus principales monumentos son:

Pirámide de los Nichos
Es la contrucción más importante de la zona arquelógica de El Tajín. Compuesta por 364 nichos, se cree que en lo alto de este edificio había uno más, representando de esta manera, los 365 días del año solar.


Juego de Pelota Sur
Es una de las 15 canchas de juego que se han encontrado en El Tajín. Se distingue por las escenas en relieve que se encuentran en sus paredes laterales, que ayudan a comprender la cosmovisión del pueblo totonaca que habitó en esta ciudad prehispánica.



Tajín Chico
Considerada el área de la clase gobernante, los pisos y techos de sus construcciones están elaborados con roca volcánica y piedra caliza. Para guardar distancia con el resto de la zonas donde vivía el común del pueblo, se construyó una barrera cuyas restos aún se pueden apreciar.


Complejo de las Columnas
Se encuentra dentro de la parte conocida como El Tajín Chico, en la sección más alta de la ciudad. Se llama así porque en el lugar se pueden advertir varios elementos verticales paralelos en cuya superficie se encuentran talladas las hazañas de 13-conejo, un antiguo gobernante.


Edificio I
También dentro del área central, en él se hallan pinturas policromadas donde se muestra a seres con características animales, seguramente representaciones de los dioses.


Plaza del Arroyo
Antiguamente aquí se montaba el mercado, donde se comerciaban frutas, pieles de animales, cacao, vainilla y aves, entre otros productos. 



Visitar el Tajín es una buena experiencia, se aprende mucho durante el recorrido y es muy interesante ver cómo construían los edificios y monumentos, ver los detalles que tienen algunas pirámides y descubrir a través de la arquitectura, la forma de vida y la cultura que tenían los habitantes de esa región. 
Algunos detalles tallados en piedra
La Gran Greca (extremo noroestre del Tajín)